Artículo por Miguel Pardo en eldiario.es:
Frente común contra la reforma de la administración
local que prepara el Gobierno central y que comienza con la apertura del
nuevo curso político su trámite parlamentario. Alcaldes y ediles de
PSdeG, BNG, Anova o Compromiso por Galicia (CxG) convocan a todos los
regidores y concejales del país a una asamblea informativa el próximo
día 10 que dará lugar a una plataforma plural que pretende la
incorporación de cargos municipales del PP, que por el momento han
rechazado la invitación.
La iniciativa surgió de varios alcades y concejales de la provincia de Lugo -entre ellos los de Monforte, A Pastoriza, Pedrafita, Monforte de Lemos, Chantada o Ribadeo- que pretenden que la iniciativa "irradie" a todos los ayuntamientos del país para constituir "una plataforma sólida y seria" que consiga "que el PP recoja velas" en su intención de una reforma de la administración local que la mayoría de alcaldes de los ayuntamientos de menos de 20.000 habitantes -también muchos de la derecha- censuran por su carácter recentralizador, privatizador y que "provocaría la pérdida de autonomía local y de numerosos servicios sociales esenciales".
Así lo aclara Fernando Suárez, regidor de Ribadeo y uno de los presentes en las primeras reuniones de estos alcaldes, que recuerda que la iniciativa surge "porque el Gobierno central intenta resolver el problema endémico de la administración pública tomando como cabeza de turco a la administración local, precisamente la que mejor funciona, la más próxima al ciudadano, la que más servicios presta y la que tiene mejores condiciones".
"Por una cuestión política, para eliminar competencias y homogeneizar y evitar experiencias diferentes, el Estado pretende hacer tabla rasa y concentrar competencias en la Diputación, un ente decimonónico, ajeno a los ciudadanos", explica el alcalde, que recuerda también que la reforma "abre la puerta a la iniciativa privada de manera descarada". "Claro que hay que hacer cambios y regular el sueldo de los alcaldes, pero eso no debe ser excusa para eliminar la administración que más servicios presta al pueblo", insiste Fernando Suárez, que relata lo que supondría esta modificación.
"Al final, los ayuntamientos solo serán meros transmisores de problemas a la Diputación y la Diputación privatizará el servicio. Es trasladar el centro de decisión, centralizarlo... Es absurdo. En tiempos de Napoleón podía tener cosas positivas, pero en el siglo XXI y en un Estado que no pretende ser centralista, no. En el fondo, flota una intención recentralizadora y retrógrada", resume. Son mayoría los ayuntamientos en contra de una reforma local que ha recibido críticas también del PP, de la Fegamp e incluso de la FEMP. No obstante, son pocos los regidores de la derecha que dan el paso de enfrentarse a las intenciones de su partido, a pesar de censurar con dureza las intenciones de Mariano Rajoy.
"Los alcaldes del PP me comentan en privado que están enfadados por esta reforma, no sólo por sus salarios, sino por el cambio estructural que supone", aclara Suárez, que añade que, "lamentablemente, los ediles populares no son como los tories británicos, que pueden discrepar de su partido". "Son unos caladiños, unos palmeros del Gobierno que en público no se atreven a decir la mitad de las cosas que dicen en privado sobre la reforma local", cuenta.
Por esto, los impulsores de la plataforma -que será presentada este viernes en Compostela- no confían mucho en que los alcaldes del PP contrarios a la reforma local (la mayoría) se incorporen a un grupo "abierto desde el primer momento" y que tiene confirmada ya la presencia de un gran número de regidores de la izquierda y del nacionalismo en Galicia.
La iniciativa surgió de varios alcades y concejales de la provincia de Lugo -entre ellos los de Monforte, A Pastoriza, Pedrafita, Monforte de Lemos, Chantada o Ribadeo- que pretenden que la iniciativa "irradie" a todos los ayuntamientos del país para constituir "una plataforma sólida y seria" que consiga "que el PP recoja velas" en su intención de una reforma de la administración local que la mayoría de alcaldes de los ayuntamientos de menos de 20.000 habitantes -también muchos de la derecha- censuran por su carácter recentralizador, privatizador y que "provocaría la pérdida de autonomía local y de numerosos servicios sociales esenciales".
Así lo aclara Fernando Suárez, regidor de Ribadeo y uno de los presentes en las primeras reuniones de estos alcaldes, que recuerda que la iniciativa surge "porque el Gobierno central intenta resolver el problema endémico de la administración pública tomando como cabeza de turco a la administración local, precisamente la que mejor funciona, la más próxima al ciudadano, la que más servicios presta y la que tiene mejores condiciones".
"Por una cuestión política, para eliminar competencias y homogeneizar y evitar experiencias diferentes, el Estado pretende hacer tabla rasa y concentrar competencias en la Diputación, un ente decimonónico, ajeno a los ciudadanos", explica el alcalde, que recuerda también que la reforma "abre la puerta a la iniciativa privada de manera descarada". "Claro que hay que hacer cambios y regular el sueldo de los alcaldes, pero eso no debe ser excusa para eliminar la administración que más servicios presta al pueblo", insiste Fernando Suárez, que relata lo que supondría esta modificación.
"Al final, los ayuntamientos solo serán meros transmisores de problemas a la Diputación y la Diputación privatizará el servicio. Es trasladar el centro de decisión, centralizarlo... Es absurdo. En tiempos de Napoleón podía tener cosas positivas, pero en el siglo XXI y en un Estado que no pretende ser centralista, no. En el fondo, flota una intención recentralizadora y retrógrada", resume. Son mayoría los ayuntamientos en contra de una reforma local que ha recibido críticas también del PP, de la Fegamp e incluso de la FEMP. No obstante, son pocos los regidores de la derecha que dan el paso de enfrentarse a las intenciones de su partido, a pesar de censurar con dureza las intenciones de Mariano Rajoy.
"Los alcaldes del PP me comentan en privado que están enfadados por esta reforma, no sólo por sus salarios, sino por el cambio estructural que supone", aclara Suárez, que añade que, "lamentablemente, los ediles populares no son como los tories británicos, que pueden discrepar de su partido". "Son unos caladiños, unos palmeros del Gobierno que en público no se atreven a decir la mitad de las cosas que dicen en privado sobre la reforma local", cuenta.
Por esto, los impulsores de la plataforma -que será presentada este viernes en Compostela- no confían mucho en que los alcaldes del PP contrarios a la reforma local (la mayoría) se incorporen a un grupo "abierto desde el primer momento" y que tiene confirmada ya la presencia de un gran número de regidores de la izquierda y del nacionalismo en Galicia.
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